“Historia, Actualidad y Perspectivas de la Economía Popular”, es el título de la serie de charlas organizadas por Instituto de Políticas Públicas para la Inclusión Social Generosa Frattasi de Quilmes junto a universidades de la zona, la UTEP y la Secretaria de Economía Social.
Este pasado martes comenzó el ciclo de charla virtuales “Historia, Actualidad y Perspectivas de la Economía Popular” organizado por Instituto de Políticas Públicas para la Inclusión Social Generosa Frattasi, junto a las Universidades Públicas del Conurbano Sur (Universidad Nacional de Quilmes, Universidad Nacional de Avellaneda, Universidad Nacional de Lanús y Universidad Nacional Arturo Jauretche), la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) y la Secretaría de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
“Convocamos a participar de estas actividades que hemos organizado para septiembre y octubre, bajo el convencimiento de que la situación de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio que atravesamos, producto de la pandemia del COVID 19, no debe ser motivo para no seguir sosteniendo y profundizando los ámbitos de debate e intercambio que venimos gestando en pos de pensar un país con justicia social. Para ello, nos propusimos impulsar esta articulación entre nuestro Instituto, militancias de los movimientos sociales, docentes e investigadores de las universidades públicas más cercanas a la sede central de nuestro Instituto (Quilmes) y el espacio del Estado Nacional recientemente creado y hoy gestionado por militancias que han sido parte de este proceso de luchas por la institucionalización y reconocimiento de la Economía Popular”, explica el director del Instituto, nuestro compañero y fundador de La Luna con Gatillo, Mariano Pacheco.
“Hemos impulsado esta primera actividad pública con la intención de poder producir una serie de textos, de imágenes, de voces, que contribuyan a la reflexión de la situación política y la historia de Argentina, de Latinoamérica, del mundo, en función de seguir pensando, imaginando creando o militando por un mundo con justicia social, con fraternidad entre las personas y los pueblos, atendiendo a que los textos, las reflexiones, las elaboraciones teóricas, los análisis, las charlas, los cursos de formación, las capacitaciones, también forman parte de la lucha cultural y política y social de los pueblos. Y es un orgullo hacerlo enlazando la universidad pública, la militancia intelectual y la militancia política y social, También cruzando zonas geográficas, fomentando el pensamiento crítico, desde los movimientos populares, y desde los lugares conquistados en el Estado a partir de una estrategia determinada que los movimientos populares se dieron en los últimos años”, agrega el periodista, pensador y militante cabeza.
En este primer encuentro participaron Carolina Brandariz (docente, socióloga, militante del Movimiento Evita y Directora de Cuidados Integrales y Políticas Comunitarias del Ministerio de Desarrollo Social) y Silvia Quevedo (dirigente nacional de Somos Barrios de Pie/ UTEP Córdoba). A continuación un resumen de sus exposiciones.
Una economía del cuidado
Dijo Carolina Brandariz: Estas iniciativas de formación y espacios de reflexión son muy importantes para justamente ir logrando lo que nos proponemos en esta etapa de la construcción cualitativa de la economía popular. Muchas de nosotras creemos que durante los años de neoliberalismo, en nuestro país, hemos crecido mucho cuantitativamente, abrazando a todos aquellos compañeros y compañeras que viven la realidad de ser trabajadores y trabajadoras de la economía popular, como herramienta organizativa. Pero es importante seguir ganando en recorridos que sean de aumento cualitativo, de la dimensión de la economía popular en el marco de las políticas públicas, de la gestiones de gobierno, de ganar protagonismo, y de construir trayectorias en nuestras compañeras, que puedan ganar pisos de dignidad. En ese marco me parece que es muy importante estas iniciativas como la del Instituto. O como puede ser la Diplomatura en Cuidados de la Universidad Popular de Barrios de Pie, que hace poco pudimos asistir a la inauguración. Construir espacios de formación. Espacios que recojan aquellos saberes y experiencias de nuestras compañeras en los territorios y darle un espacio de valor. Y que también puedan dar la discusiones sobre las cuestiones más de carácter simbólico, de construcción de pensamiento, de construcción de sentidos respecto del mundo que vivimos.
Es muy importante poder reconocer la emergencia de dos grande sujetos de transformación que se convirtieron en fenómenos de masas, como son los movimientos sociales y el movimiento feminista, que coparon las calles con un planteo, un paradigma, una lectura del mundo, con un planteo acerca de lo que es el trabajo. Ambos critican la concepción o paradigma que consiste en ver el trabajo solo como esa relación asalariada, con una patronal, que viene siendo la hegemónica. Los trabajadores y trabajadoras de la economía popular pusieron en manifiesto que hay un gran porcentaje de la población, en un mundo con cada vez mayores niveles de concentración económica, que no se rigen por las relaciones laborales asalariadas, sino que llevan adelante trayectorias laborales que en mayor medida terminan resolviendo su subsistencia y que tenemos que comprender desde los paradigmas críticos.
A su vez los movimiento feminismo, si bien hicimos un primer grito que fue el de Ni una Menos, también fuimos construyendo un planteo respecto de que esa violencia existe porque subrepticiamente existe una desigualdad que se observa, sobre todo en el mundo del trabajo, donde existen brechas de genero que se expresan en las brechas salariales, donde las mujeres, en los ámbitos formales, ganamos 28% menos. Un brecha que no puede calcularse en ámbitos donde no hay garantías de derechos laborales.
Eso expresa una estructura del mundo laboral desigual, donde las mujeres nos hemos dedicado históricamente a la docencia, a la enfermería, al trabajo en casas particulares y trabajos de carácter feminizado, que son una extensión de las tareas de cuidado que desarrollamos por imposición cultural, y que tuvieron salarios históricamente postergados.
En esa desigualdad estructural, quienes no pueden prescindir de las tareas del cuidado, quedan atrapadas en condiciones de mayor informalidad, mayor desempleo, mayor pobreza en nuestro país. Con lo cual me parece muy importante desde la economía popular y desde los movimientos feministas poder empujar este paradigma nuevo, vinculado a los cuidados, donde construyamos trayectorias tendientes a la revalorización social y el reconocimiento salarial.
Parte de eso se expresó en la ley Ramona. Pero tenemos que seguir empujando para que haya una valorización económica del trabajo que desempeñan nuestras compañeras. También creo que nosotras tenemos que tener como horizonte un planteo en el cual cada uno de los pasos que vallamos dando tiene que tener esa perspectiva de género, de poder reconocer que todo lo que vallamos caminando pueda aportar a una valoración cultural, donde el cuidado no sea solo una responsabilidad de la mujeres, sino del conjunto de la sociedad, del mercado, del estado…
Poetas del mundo nuevo
Dijo Silvia Quevedo; Quisiera poner dos o tres cuestiones que me parecen importante en este contexto. La pandemia fue un detonante de desigualdades, acelero las desigualdades. Este capitalismo, que prioriza el mercado y pone por fuera del centro al ser humano como parte fundamental del mundo, prioriza las financias, de alguna manera sin tener en cuenta la dignidad del ser humano, promoviendo la cultura del descarte, el dios dinero. Eso genera consecuencias muy graves, la concentración de la riqueza en muy pocas manos, y millones y millones viviendo en la desigualdad. En eso coincidimos con el Papa Francisco: este sistema no se aguanta más y que hay que buscar un modelo alternativo que contenga la paz, la ecología, el techo, la tierra y el trabajo. Nosotros y nosotras estamos convencidas que ese mundo es posible. Por eso hacemos lo que hacemos.
Además de que la pandemia dejó muertes evitables, dejó en evidencia un deterioro social muy grave, también nos dejó un aprendizaje. Una vez más la solidaridad de los movimientos sociales y las mujeres, que fueron las protagonistas de esta historia. Uno tiene millones de testimonios e historias, de que en las crisis, en esos primeros conflictos del 89, eran las mujeres las que llevaban adelante las ollas populares, las asambleas, y la organización territorial, Hoy volvemos a ver que las mujeres están en la primera línea de batalla, como dice el papa Francisco, el trabajo de las poetas sociales. Como también a eso le fuimos poniendo una búsqueda real a través del trabajo, las huertas comunitarias que generan los alimentos saludables, las cooperativas textiles, que se reconvirtieron, que se pusieron a hacer barbijos, o los programas vinculados a la reparación y mejoramiento de escuelas. No hemos ganado un lugar en este mundo postpandemia. La nueva normalidad requiere organización para adelante, para construir un mundo donde todos podamos vivir con dignidad. Eso nos requiere distinto debates, donde el estado va a tener que tener una parte central en esta respuesta que nosotros hemos logrado cuando hace cuatro años con el tridente de San Cayetano hemos planteado que éramos trabajadores y trabajadoras de la economía social y nos merecíamos un salario social complementario, y pusimos en discusión que nuestra vida tenía que transcurrir en un mundo de justica social. Y eso nos permitió también ser protagonistas hoy de un frente político que tiene un inmenso protagonismo popular. Y eso va a ser un desafío para nosotros y nosotras, porque esta humanidad, de alguna manera, tiene que decir basta y comenzar a andar algunos otros caminos que nos lleven a construir un vida de igualdad y de derechos. ¿A dónde está escrito que alguien nos pueda decir que nuestros compatriotas tienen que vivir una vida miserable? No queremos discutir más la pobreza, queremos discutir la riqueza. Esta crisis nos da una nueva oportunidad para hacerlo. Porque como dice el compañero Emilio Pérsico, los movimientos populares estamos haciendo doctrina y tenemos que salir de esta nueva oportunidad más útiles y mejores, y mucho menos egoístas, juntos, juntas, en una unidad indestructible para ese otro mundo que queremos construir.
Podes ver la charla completa o seguir participando de estas charlas en el fb del Instituto de Políticas Públicas para la Inclusión Social Generosa Frattasi (https://www.facebook.com/InstitutoFrattasi).
Segundo Encuentro (22/09): ECONOMÍA POPULAR Y ECONOMIA SOCIAL Y SOLIDARIA. Rodolfo Pastore, docente, investigador y Director del Departamento de Economía de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ).
Tercer Encuentro (29/9): ECONOMÍA POPULAR Y FEMINISMOS. Flora Partenio, socióloga, activista feminista de Red DAWN y docente de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ).
Cuarto Encuentro (6/10): ECONOMÍA POPULAR, POLÍTICAS PÚBLICAS Y MOVIMIENTOS SOCIALES. Fernando Stratta, sociólogo, docente e investigador de la Universidad Nacional de Lanús (UNLA), integrante del Instituto Frattasi.
Quinto Encuentro (13/10): ECONOMÍA POPULAR Y UNIVERSIDAD. Facundo Harguinteguy, Coordinador del Programa Organización Popular, Memoria Colectiva y Derechos Humanos de la Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) y Equipo coordinador del Trayecto Curricular Integrador Trabajo Social Comunitario.
Sexto Encuentro (20/10): PRECARIADO Y PUNTO DE VISTA POPULAR. UNA PERSPECTIVA SOBRE LA ACTUALIDAD. Mariano Pacheco, Director del Instituto Generosa Frattasi.
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