Texto: Tomás Astelarra
Dibujo: Nico Mezquita
“Sepan que en el mundo hay una guerra más allá del tiempo y el lugar. Nadie sabe si tuvo comienzo, nadie sabe si tendrá final. Guerra en la que al fin no gana nadie, todo es tan efímero y fugaz".
Para aquel que nazca en esta tierra, La Insurgencia del Caracol.
“Habria que cerrar el mundo, al menos durante dos o tres generaciones"
Celine citado en un libro de Fabián Casas citado en un posteo de redes sociales por Sergio Job.
No hay fuego, tampoco hay agua. Es la respuesta que doy a toda la gente que escribe preocupada por la situación en Córdoba sin diferenciar el valle donde vivo de los otros donde la debacle agroexportadora capitalista de muerte sigue sembrando el apocalipsis. Si hay que profundizar cuento que la primavera se abre paso, y que en conjunto al relajamiento local de las restricciones, fases y humores de la bendita pandemia universal (descalabro mundial), hay un buen clima social. Sobre todo porque reabrió el bar del Mario. La tierra-alimento sobra, las huertas se multiplican y el viento sopla de vez en cuando con fuerza. La energía más que eólica es solar y las ramas de las jarillas se parten tan fácil que recoger leña es casi tan práctico como prender la hornalla. Y más barato. Hubo una pequeña nevada que dicen mató los bichos. En las tertulias adobadas con vino casero y carne que no vio el cemento, flores verdes de cosecha autogestiva y hasta un licorcito de piquillín, se habla de cálculos para alcanzar la soberanía alimentaria territorial y las formas de acoger a los apocalípticos desterrados del caos urbano (sangrante presente globalizado)
En el bar del Mario, las conversaciones de la paisanada no han cambiado un ápice. Como si el poder de Bill Gates y sus conspiraciones de nuevo orden mundial no los alcanzara. Preocupa la falta de lluvias, del barbijo ya se olvidaron, el trabajo asalariado nunca fue abundante ni importante, la vida austera no da mayores preocupaciones que el precio de la birra, que más o menos se mantiene estable según las últimas tendencias inflacionarias de la pasada década, sin importar gobiernos o asuntos geopolíticos. Ahora, como el litro de nafta ya está en ochenta pesos, el Mario te vende de a 100 (pesos). Anda a saber que cálculo hace pa cargarte una botella de supuestamente un litro y cuarto.
En la mesa de jipis revolucionarios pachakutiescos los incendios en Punilla y Sierras Chicas son el tema del momento. La evidencia flagrante de su vinculación con intereses especulativos del capital agroexportador e inmobiliario es tan obvia que hasta salió en Página 12. Entre los chanchos de china, los humedales, la emergencia climática y la marcha de la gorra, ha habido tímidas manifestaciones populares en la calle que se contraponen a la oleada derechosa anticuarentena. Las consignas son más precisas en los primeros casos. Y todes nos reímos de la yegua de la Cristi sacando las vallas del Congreso pa demostrar que los que se oponen a la reforma judicial son dos gatos o gatas locas.
-A falta de que el Tío Alberto le pegue una llamada al barba Pérsico pa que saque los monchos y doñas a la calle en una gran movilización popular a favor del gobierno creo que la cuestión ambiental puede llegar a traer una oleada de reclamos lo suficientemente grandes como pa que cortemos con la estupidez esta de que la derecha le copa la calle al gobierno. Lindo brete van a tener pa responder a ese sector que en muchas aristas se mezcla con los movimientos sociales que son su base electoral- arriesga el chico P mientras ojea noticias en su celular.
-Y si. Porque ese Cabandie es un muñeco bárbaro y al final más allá de los intereses empresarios de la Sociedad Rural, La Nación y el cordobesismo schiaretista, el acuerdo con China por los chanchos y con Bill Gates por la agricultura 5G con el satélite ese que ahora lanzaron, es todo responsabilidad de este gobierno- lo asuza el Jipi Matías.
-Atento. Atenta. Paren las rotativas. Último momento – declama el chico P sin apartar la vista del celular- Comunicado de Cancillería: “Hemos incorporado especialmente al Memorándum de Entendimiento con China un artículo donde se asegura el respeto de las leyes de protección ambiental, los recursos naturales y la bioseguridad. Por eso, su firma se atrasará hasta noviembre”. Si a eso le sumas que Cabandié agitó a la Corte Suprema pa ir detrás de los culpables de los incendios, no está muerto quien pelea.
-¿Vos decis que no le da pa expropiar Vicentín, impugnar la deuda externa o poner un impuesto a las grandes fortunas y que van a ser capaces de parar los grandes negociados agroindustriales con China?- le pregunta el Kamacho.
-Bueno, quizás tengamos que conformarnos con que el bicho este sea un bien esencial y Clarín no pueda aumentarnos el abono a internete. Pero la esperanza es lo último que se pierde. Sobre todo si hay movilización popular.
-Ahí es donde entra Duhalde y su guerra civil o golpe de estado. Igualito que en Bolivia. O Yugoslavia. Azusan la guerra, el conflicto, la grieta. Es la mejor forma de obtener más ganancias. Sólo que acá mucho no les va a dar por el tema de los Derechos Humanos. Salvo que la cosa es cada vez más estigmatizada entre la clase media ignorante.
-La verdá que es de no creer. Pero tienen más confusión e internas que el Pro. Mirá esta nota de Infobae: “Crece el conflicto por la toma de tierras en la provincia de Buenos Aires: tensión en la previa de una movilización de propietarios en la costa. Para el 4 de septiembre está convocada una manifestación de propietarios no residentes para ingresar al Partido de la Costa. Quienes viven allí quieren impedirlo para evitar nuevos contagios de coronavirus”. La verdadera grieta.
-Si, como Massa diciendo que hay que desalojar a los mapuches del Mascardi o sacarles el IFE, después que Frederic denunció a los manifestantes clasemedieros que rompieron la cuarentena para denunciar la ocupación.
-Yo no entiendo. Los mapus son jodidos. Pero va a ser más fácil entrar al lago con ellos que con Joe Lewis en el Escondido.
-Que tiempos glorioso aquellos de “piquete y cacerola la lucha es una sola”.
-El día que entiendan que el que los está cagando es el sistema empresario y no el peronismo se pudre todo. Ni con balas van a poder frenarlos. Como en Chile o Francia.
-Pero es difícil entender que uno se pasó tantos años obediente al patrón, siendo tan alcahuete y garca de decir que los negros muertos de hambre le impiden a uno la “libertad de tránsito” para ir a trabajar explotado por un tipo que se llena de dinero evadiendo impuestos, traficando merca, lavando guita, destruyendo el planeta, contratando paramilitares pa matar indiecitos y comprarse un lago parecido al que de pedo vas vos a poder ver entre un tumulto de gente quince días al año de vacaciones. Y todo pa que al final te caguen, te encierren en la casa con tus hijes que hablan latino genérico y ahora resulta que tienen que estudiar con la misma compu que vos laburas según la nueva ley de teletrabajo.
-Primero vinieron por los indios para masacrarlos y poner vaquitas y trigo y venderte el chorpipan. Después encerraron gente para que puedas levantarte a una chica cosificada en un auto tomando una gaseosa que da diabetes. Ahí hicieron pruebas con niñes de África para venderte la cura a la diabetes. Sacaron a los inmigrantes del campo para alimentar chanchos en China y llenar de combustible tu auto ya que se acabó el petróleo. Mientras tanto mataban pibes de gatillo fácil y rociados con glifosato. Pero para vos los mapuches y los piqueteros eran terroristas. Ahora te enferman o te encierran en tu casa para venderte una vacuna mientras te dejan sin laburo.
-Y lo peor de todo que esa misma gente se preocupa por la tala de bosques. La misma que lee La Nación y apoya a Vicentín, la Sociedad Rural, y todo el sector del “campo” que hace abierta y descaradamente lobi para impedir la Ley de Humedales. Porque por más que la Corte Suprema le haga caso a Cabandié, eso es como el gatillo fácil o las fumigaciones. El que va preso es el pelotudo esclavo muerto de hambre que prendió el fósforo o apretó el gatillo o manejo la avioneta. Nunca el autor y responsable intelectual. Y lo que es peor, el que se quedó con la mayor parte de la tarasca.
-Si, ese mismo que tiene la ONG de conservación ambiental y se banca que el pibe sea un jipi permacultural que putea por inculto a los negros de mierda que compran gaseosas o comen tortilla de harina blanca con la tarjeta alimentar.
-Pero ojo, si sos kircherista, guarda con quejarte de Bill Gates y las multinacionales farmacéuticas, no valla a ser que le cagues al amigo de Alberto el negocio de las vacunas y vuelva Macri con el curro financiero.
-No te jode.
El pachakuti es un espiral donde la modernidad se degrada del empresario pedófilo, al urbanita cyberalterado, al obrero proletario exclavizado, a la mechera y el soldadito, hijes del campesino cagado de hambre que con suerte comienza a recordar el espíritu del indio invisibilizado al que las fuerzas paramilitares de los dizque dueños del mundo masacran en algún lugar del mundo. Las conversaciones de la paisanada no han cambiado un ápice. Quizás estén esperando que las soluciones la brinda la doña que realmente sabe: la Madre Tierra.
Aclaración o Advertencia: Por si no se dieron estas charlas, relatos, columnas, son ficción. Ciencia Ficción Jipi. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.