Por Tomás Astelarra
Dibujo: Nico Mezquita
“Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo”
Marx (Groucho).
En el Valle hay todo tipo de educaciones: waldorf, montesori, de las hermanas Cossettini, waldorf mezcla con montesori, osvaldorf, ortodoxo-ortodoxo, alaquetecriaste, paulofreire, palofreire, palo y a la bolsa, bolsa educativa, nosabenocontesta, telocuentaeltío, preguntaleatuvieja y hasta el comandante Falcoff hace rato viene planeando inaugurar la Primer Escuela Militar del Valle. “Demasiado liberalismo, un poco de mano dura no viene mal”, confiesa.
Y es que hay situaciones que interpelan. Como la vez que el Cabeza andaba clavando cajas de huevos como aislante casi en el techo de la radio comunitaria con una escalera que más que escalera parecía un trapecio cuando atinó a ver de reojo a un grupo de mocosos que no contentos con usar la máquina de operación para ver dibujitos habían abierto el papel de fiambre de oferta para picotear.
-Che bo ¿Qué haces? ¡Largá eso!
-Pero ¿cómo? ¿acaso esto no es una radio comunitaria?- le clavó un escupitajo rubio de no más de cuarenta centímetros.
La otra vez a Mora casi le pica una víbora. Tuve que recurrir al Inti para saber si era una yarará, o falsa yarará o sapera. Después tuve que bancármelo contándome las cinco víboras más peligrosas del mundo y acerca de cierto vipérido que tenía el don de “volar”. Cada vez que me agarra el celular terminó viendo videos de indios tailandeses haciendo casa de barro en cámara rápida. Cuando intenté explicarle que la amaru serpiente según la cosmovisión aymara era la creadora del mundo y regeneradora del espacio-tiempo en tiempos de pachakuti, me miró con cara de “chocolate por la noticia”, mientras el Nuri agregaba información que yo no recordaba extraída de una libro de Xuan Pablo Gonzalez que alguna vez le había regalado al Jipi Matías.
Las discusiones de que si es mejor que les pibes vallan a la retrógrada escuela pública donde pueden convivir con les pibites paisas o a la modernas escuelas alternativas donde terminan pidiendo un celular y una cuatro por cuatro para navidad finalmente han terminado con la bendita pandemia coronaviroide. Tan todes les pibes en sus casas jipis donde no hay paisanes, ni cuatro por cuatro. Y el wi fi no anda. No vamos a decir que al igual que las ciudades tener a todes les pibes en casa no es medio garrón, pero entre el monte, los juegos improvisados con maderitas y restos de bicicleta, juntar leña, cocinar o ayudar en la huerta y algune tie salvader, la verda, que muches adultes están pensando seriamente que la escuela no sirve pa mierda. ¿Las tareas por internet? Como le dijo Shushú Da Sierra a la seño de cuarto grado: “Yo le pido mil disculpas pero mi computadora no es la del ministro de Educación, mi cocina no es un aula y ni yo ni mi mujer estudiamos para ser maestros. De pedo estamos aprendiendo a ser padres”.
La parte que el Nuri dice que más extraña de las fiestas patrias es el locro, las empanadas, el baile y todo el cachengue que se arma en la Plaza de los Niños, frente a la Escuela (actualmente en desuso).
-¿Y que se festeja el 9 de julio?- pregunto.
-La independencia.
-¿De quién?
-No sé. Esa parte no entiendo. Porque al final dejamos de hacerle caso a España para endeudarnos con Inglaterra, una isla re chiquita de la que se independizó Estados Unidos, país del que a la larga terminamos siendo dependientes. Eso fue un cuatro de julio, que es el día que cumple el Manu grande y el Manu chico, que además vos me dijiste que es el día del cooperativismo, pero que la fecha la puso la ONU, que depende de Estados Unidos, que papá dice que depende del Club de Bilderlberg y los Rotschild, que el tío Negro dice que dependen de los reptilianos, pero de todas maneras no le sirve para tener un presidente inteligente y que no se mueran todes de coronavirus. Porque ahora resulta que con toda la gente en la casa, España depende de un argentino que es Messi. Aunque no se sabe si Barcelona es España, que cierta vez dependió de que Evita le mandara unos barcos con trigo. En ese entonces no era transgénico y creo que todavía no se exportaba a China, donde ahora va la soja, que en realidad es alimento para chanchos encerrados en condiciones que generan virus al igual que los murciélagos, que no tienen nada que ver con Batman, que es de Estados Unidos, cuyo presidente era amigo del gato Macri, que tranzó con los fondos buitres (no como su papá Franco que le paso el dato de los chinos a la yegua de Cristina). Y ahora resulta que de eso depende que se recupere la economía argentina. Bueno, no toda la economía Argentina, porque papá dice que pase lo que pase mientras tengamos la huertita, las vacas del Comandante Araña y leña para el fogón ¡que me importa lo que dice La Nación! ¿Es cierto tío que antes que los cagara Rivadavia, San Martín, Moreno y Belgrano querían unificar Amérika con un presidente indio como Evo Morales y que en realidad la primera independencia de Amérika fue la de Haití que la consiguieron los negros? ¿De qué depende que para algunes sean hermanos sabios descendientes de los ancestros y para otros unos brutos, vagos y chorros que hay que matarlos con balas, glifosato y coronavirus?