“El gran déficit de los economistas actuales es que no entienden el mundo real”
Manfred Max Neef
"¿Qué es el robo de un banco en comparación con fundar uno?"
Bertolt Brecht
Por Tomás Astelarra
Hace algunas semanas con el campesino metalero discurríamos en el local comunitario acerca de la suerte de los billetes de 5 pesos. Habíamos llegado a la conclusión de que el gobierno había ajustado todas las normativas legales y las formas de la operación para que literalmente “les pobres nos metamos los sanmartines en el orto”. Un verdadero impuesto indirecto a la pobreza, más allá de los discursos contra el hambre y que la crisis no la paguen los pobres. (Otras disertaciones se elaboran noche a noche en el bar del Mario o las jornadas de construcción en el Monte acerca de lo lejos que este gobierno está de tocar los privilegios y cobertura legal y mediática de los grandes dueños de este sangrante presente globalizado, ese 1% que domina nuestros destinos dentro de este sistema capitalista de muerte y que durante el gobierno anterior choreó impunemente a lo loco).
Pero hecha la ley tramposa, hecha la trampa legal de les pobres pa' seguir transfugueando este bendito descalabro mundial (coronavirus y tractores piqueteros incluidos). Resiliencia que le dicen los académicos. Es que resulta que al final, lo que no pudimos imaginar con el campesino metalero, es que los billetes de cinco, a falta de monedas, se iban a seguir usando como si nada. “¿Che estos siguen funcionando?”, preguntan las doñas. “Yo creo que sí”. “¿Y qué hacemos si nos quedamos con esos billetes que no sirven?”, pregunta una compañera del local cooperativo. “Guardálos. Los de dos pesos ya salen 125 en internete”, le aconsejó Kamacho. Otres especulan con usarlos para una nueva moneda alternativa. Y en el almacén Doña Pituca de El Pueblito, ya directamente empezaron la impresión de su propia moneda. No sé qué tanto influirá en la emisión monetaria y por ende la inflación (es decir los planes del gobierno). Pero seguro menos que las viles especulaciones de los grupos empresarios concentrados que manejan los precios de nuestros alimentos.
Aclaración o Advertencia: Por si no se dieron cuenta pero estas charlas, relatos, columnas, son ficción. Ciencia Ficción Jipi. Cualquier parecido con la realidad no es coincidencia.