Diego Abrego, vocalista de Exocet, y Emiliano Scaricaciottoli del GIIHMA
Por Marcos Bentacourt
El evento se organizó en la Feria del Libro Internacional con exposiciones de periodistas, escritores, músicos y académicos, así como también stands de libros, artesanos y fotógrafos.
“Que cosa loca estar hablando en un lugar que históricamente estuvo reservado para las clases dominantes y clases dirigentes del país y en el medio, siempre ocultos, los sectores subalternos de la sociedad argentina. Esto me hacía pensar en una frase del tema ‘Antihéroes’ de Tren Loco que dice: La osadía de su pensamiento fue tapada por la oligarquía. Esos héroes malditos, como dice la canción, fueron tapados desde estos lugares simbólicamente”, lanzó el lunes Ariel Panzini, abogado de la UBA, al desplegar su libro “Heavy Metal Argentino. La clase del pueblo que no se rindió” en el Stand Zona Futuro de la edición N° 45 de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. El evento, que contó con la presencia de Gustavo Zavala, bajista de Tren Loco y S.U.R., fue moderado por el periodista y escritor Gito Minore, quien siempre organiza la indispensable Feria del Libro Heavy hace 6 años en distintos puntos del país.
La inauguración estuvo a cargo de César Fuentes Rodríguez con su charla “Metal y Cultura”, donde explicó cómo el heavy metal y la cultura están hermanados desde sus inicios con músicos como Jimi Hendrix o Black Sabbath. Así sostuvo que el género musical posee un contacto directo con la literatura, la filosofía, la historia y la mitología. Para dar ejemplos, el reconocido periodista citó a la Ilíada y la Odisea que fueron apeladas por Manowar y Symphony X; la banda italiana Heimdall dedicó una obra conceptual a la Eneida de Virgilio; Iced Earth trabajó con la Divina Comedia de Dante Alighieri; Rage compuso “The Pit And The Pendulum” de Edgar Allan Poe; Metallica realizó “The Call of Ktulu” de Howard Phillips Lovecraft; y Iron Maiden posee un total de veinticinco referencias sobre obras de literatura. “Hubo un montón de cosas que me formaron a lo largo del tiempo. Pasé por la universidad, leí un montón de libros y escuché un montón de académicos y profesores, como el mismo Pérez-Reverte, pero ¿Saben qué? Si yo tuviese que contestar hoy cuál fue mi mayor fuente de cultura diría que el metal. No hay otra respuesta”, manifestó César para cerrar su ponencia.
A continuación, subieron al escenario Emiliano Scaricaciottoli, integrante del Grupo de Investigación Interdisciplinaria del heavy metal argentino (GIIHMA) y Diego Abrego, vocalista de la legendaria banda Exocet, para dar comienzo a su charla “Parricidas. Sobre el movimiento metalero y su intervención política”. Allí mencionaron el Festival Nunca Más XII, evento que la última vez logró convocar a 5000 personas y se realiza desde hace 12 años en el día de la Memoria, Verdad y Justicia para debatir diferentes problemáticas que atañen al movimiento metalero en general. El mismo se solventa de forma independiente, autogestiva y cooperativa y su sustento se encuentra en las mismas bandas que participan, por lo que no depende de ninguna productora, partido político o ente estatal. “Nuestro movimiento metalero tiene una concepción de resistencia hacia el opresor y en defensa de los pueblos oprimidos. Me sorprende cuando encuentro compañeros que dicen: no mezclen política con metal. Es algo que viene de la mando de la carga ideológica que tienen las canciones, sobre todo de esta parte de América. Recordemos que las primeras canciones de V8 ya citaban la cuestión política”, planteó Diego Abrego.
Gito Minore, periodista y escritor
El paso del GIIHMA por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue contada por Emiliano, quien rescató la experiencia como una instancia de debate sobre el rumbo al que se dirige el metal latinoamericano hoy en día. “Hay mucha gente de nuestro movimiento que ha confundido el camino y por eso hay que instalar el debate dentro el metal argentino sobre hacia dónde vamos. Hay un enemigo político muy fuerte que no solamente es el macrismo, sino el aparato represivo del estado. No puede ser que haya compañeros en nuestras filas que lo estén defendiendo o se pongan sus banderas. Creemos que las banderas históricas del movimiento metalero es salir a la calle, luchar con el movimiento de mujeres y trabajadores y empalmar con un montón de sectores culturales que hoy en día se ven afectados por estas políticas del Estado”, señaló Emiliano.
Después de la presentación del libro de Ariel Panzini que aborda el heavy metal desde su movimiento como portador de conciencia de clase trabajadora en perspectiva de Derechos Humanos, Gito Minore se encargó de presentar la edición n°5 de “Cultura Metálica”, un libro que sintetiza las charlas y debates de las distintas ferias del género musical. Algunos de los escritores que se incluyen en la obra son los Muerde Muertos centrados en la temática del terror; Ezequiel Nuñez que habla del Death Metal; Rubén Risso quien relaciona la banda Therion con la filosofía; Ariel Panzini realiza una cruza con Malón y los Derechos Humanos; Néstor Figueiras escribe sobre “El affaire entre el rock y la ciencia ficción”; César Fuentes Rodríguez reflexiona sobre el heavy y el punk; Jeremías Vergara trata el Black Metal; y Juan Ignacio Provéndola debate sobre los 30 años del debut de Hermética. “Cuando hicimos la primera feria dijimos: que estas palabras que son pensadas, estudiadas y debatidas por cada uno de los expositores no queden en el aire. Que queden en un libro para que dentro de 10 o 20 años quien quiera saber qué pasó con el heavy metal en la Argentina en el año 2000 y pico”, rememoró Gito.
“De la luz a la oscuridad. A 30 años del disco debut de Rata Blanca” fue disertada por el periodista Juan Ignacio Provéndola para discutir sobre la obra primigenia de la reconocida banda. El disco, que salió en diciembre de 1988, pudo instalar una tensión, polaridad y grieta dentro de la cultura heavy metal como una nueva manera de entender al género. “¿Si Rata no hubiese sacado ese primer disco la cultura heavy sería lo que es? ¿Estaríamos todos acá problematizando el heavy metal?”, preguntó Provéndola al público para debatir sobre la división que se generó entre Walter Giardino y Ricardo Iorio en los años '90.
Gustavo Zavala, bajista de Tren Loco y S.U.R.
Antes del acústico de Serpentor, cerró la jornada la escritora Cristina Rafanelli con su ponencia “Lenguas originarias en el metal: la experiencia latinoamericana”. Rafanelli comenzó una investigación que incluyó, entre otras cuestiones, la posibilidad de hablar con los miembros de Lumaltok, una banda de la ciudad de San Cristóbal de las Casas, estado mexicano de Chiapas, la cual hace heavy metal en la lengua maya Tzotzil. Para explicar el trabajo académico recordó la aparición pública del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) liderado por el Subcomandante Marcos, el cual lanzó una ofensiva militar el 1ero de enero de 1994 en el estado mexicano de Chiapas para demandar “democracia, libertad, tierra, paz y justicia” para los pueblos originarios. Rafanelli recalcó que esta revolución logró grandes avances para las diferentes lenguas indígenas al ser aceptadas, por ejemplo, en programas de radio. Así ella abordó a las diferentes bandas mexicanas que rescatan las lenguas originarias para hablar de la historia de aquel país, pero también hizo su correlación con las bandas de la Patagonia que cantan en mapudungún (lengua mapuche) o que en castellano abordan la resistencia del pueblo mapuche.