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Caiga quien caiga, cueste lo que cueste: ¡Venceremos!

Herencia e invención: la figura de Darío Santillán a 16 años de la Masacre de Avellaneda. Dossier colectivo ilustrado por Florencia Vespignani.*

Por Celina Rodríguez Marín

Caiga quien caiga, cueste lo que cueste, Venceremos, así cerraba un documento de las FAP, que releía meses después del 26 de Junio de 2002: quería comprender que era eso que nos motivaba, que lo motivaba a Darío a militar, a darlo todo, hasta la vida. Era ingenuidad y pensarnos que éramos invencibles, que nunca nos iba a pasar nada, o era ese deseo profundo de amor hacia el pueblo, hacia nuestras raíces de lucha, hacia ese cambio social que llevábamos en nuestras banderas... ese deseo revolucionario. También busqué respuestas en otros libros como el de Omar Cabezas, y con alegría pude reafirmar esos gestos, ese deseo de dar más, esa búsqueda constante del hombre nuevo y la mujer nueva que lo estábamos construyendo todos los días.

Esa militancia de estar en el barrio en el cotidiano codo a codo con nuestros cumpas, en nuestras construcciones, no solo por el hecho de tener gestos solidarios (no había ahí un deseo del buen “samaritano”): estaba el deseo profundo de poder mostrar lo injusto del sistema, evidenciar la opresión y combatir el conformismo, ideas claramente anti-capitalistas.

Días previos al 26, estuvimos charlando, reflexionando sobre nuestros privilegios: nosotros íbamos al cine, viajábamos, estudiábamos, había muchos cumpas que no conocían lo que era un cine y entonces pensamos en juntar unos mangos y hacer una salida al cine. Eso quedo trunco porque Darío ya no estaba, pero con el tiempo conseguimos un proyector y mediante sabanas, hicimos cine popular.

Me llevo algún tiempo poder masticar tanta bronca, dolor, incertidumbre, hasta que pude resignificar la continuidad de las luchas, de Darío, de los y las militantes de los 70.

“En cada lucha ellos están y con el pueblo liberado volverán”. Endendemos ese cantito como parte de una serie de continuidades, de sentirnos entrelazados con nuestras raíces de lucha. Para muchos y muchas, ese cantito popular es una realidad en nuestras militancias. No solo son una bandera o una remera: están en nuestra piel, en nuestro ADN.


Darío Santillán: ¡Presente! ¡Ahora y Siempre!

Venceremos, Venceremos, Venceremos.


*Dossier conjunto realizado por La luna con gatillo, Contrahegemonía web y la sección Comuner@s en la orilla de Resumen Latinaomericano.

**Militó en el MTD de Lanús (en la Coordinadora Aníbal Verón).Integrante del Frente Popular Darío Santillán.

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