Por Mariano Pacheco
Omar Hefling escribe poesía como hace radio: cita, incita, dialoga, polemiza, convida, da la voz y pone su propia voz. Publicado en Córdoba por la editorial AntiPlan, 3x1 reúne tres libros en un sólo volúmen: Restos y descuidos; El oficio de hablar con las piedras y De la mano de Dios al bosón Higgs. Una serie de textos poéticos en donde la crítica económica y política se cruza con la filosofía y una perspectiva vitalista sostenida por el autor, en combinación con fuertes dosis de humor negro.
Los Grandes poetas nunca creyeron en el capitalismo/Lo detestaron y combatieron/discutieron y despreciaron, escribe Omar Hefling en “Poesía, política, economía y terrorismo”, uno de los textos del libro I (Restos y descuidos). Y más adelante agrega:
No sirve de nada atentar contra un presidente
Ni atentar contra una embajada
Ni asesinar a cintos de inocentes
en un tren
Si los verdaderos asesinos
(el poder financiero internacional)
Por una sola vez
No sienten algún peligro por los crímenes
Que cometen.
Luego Hefling cita a Iván Ferreyra -para quienes no lo conozcan, es un poeta y editor cordobés contemporáneo- rescatando a la poesía como literatura de los pobres/de los excluidos.
Omar escribe poesía como hace radio: cita, incita, dialoga, polemiza, convida, da la voz y pone su propia voz. Ferreyra o Fernando Pessoa, Damian Tavorovski o Robert Fisher dialogan con Gilles Deleuze y Félix Guattari, o con algún texto periodístico leído por ahí.
Hefling es un lector atento, un escritor audaz, pero a diferencia de tanto pedante que anda dando vueltas por ahí, con pretensiones de sabelotodos, él dice cosas profundas de un modo sencillo. Sencillo y bello y a veces, con una contundencia que hace funcionar a la poesía como Roberto Arlt reclamaba a la literatura que funcione: como un cross a la mandíbula.
Es raro que los poetas no escriban sobre economía
Cuando vivimos en las penurias
De no conseguir un peso
Escribiendo poesía
Hay poetas que han muerto de hambre
Y otros locos por la poesía
Y por el hambre
Es raro que no escribamos sobre
Quienes nos condenan.
Muy a tono con las noticias que circulan en esta coyuntura argentina, cuando el país de la Revolución de la Alegría se encamina a una nueva tristeza vía créditos y “acuerdos” con el Fondo Monetario Internacional, la pluma de Hefling nos interpela:
En la especulación financiera y el delito económico
Están las causas de la catástrofe social
El delito económico es el delito
Menos legislado en la Argentina.
Y también:
Resulta muy curioso que a Strauss-Kahn (ex titular del FMI) lo condenen por sus aventuras sexuales y no por los crímenes que la organización que representa comete en el mundo.
De allí que, citando a Chesterton, Hefling afirme que la palabra capitalismo sea muy desagradable, ya que define a un sistema en el cual la ruina se ha hecho regla.
Por supuesto, el autor detecta claramente el vínculo estrecho existente entre capitalismo y democracias. De allí que si bien nadie pueda acusarlo de haber tenido actitudes gorilas, o de haberle hecho “el juego a la derecha”, Omar denuncia con vehemencia que “matar a través del hambre es legal. Democrático”, como también lo es “administrar la distribución de la miseria”. Es en este sentido que defina a la democracia como el mejor sistema… para consolidar la dictadura del mercado y diga que el sistema democrático se encarga de facilitar la pobreza a las mayorías.
Pero Hefling no es un agua-fiestas. Y si bien su poesía habla de cosas amargas, lo hace con cierto ademán jocoso. Gestos que podemos leerlos en como ésta:
Ahora recién comprendemos por qué desde niños el hombre de la bolsa nos provocaba tanto miedo, hemos descubierto que es un economista.
Tampoco es un nostálgico Hefling, no anda por la vida diciéndole a los jóvenes que los tiempos de su juventud fueron mejores. Seguramente porque sabe que eso no sirve para nada. O tal vez porque también ahora Omar lleva sus años con una esplendorosa juventud. Tampoco se pone a dar consejos, sino que hunde el cuchillo en la panza. Y quien quiera gritar, que grite.
Es “Poesía y conversión”, uno de los últimos texto de Restos y descuidos, de algún modo el que nos introduce en el gran tema de El oficio de hablar con las piedras, segundo libro de este tríptico que se cierra con historias de fútbol (historias que por respeto a los sabedores de la gran pasión argentina, este cronista -que se define como un ignorante al respecto- ha decidido pasar de largo en los comentarios). “Poesía y conversión” dice así:
A los 20 años era marxista. Y luego me arrepentí. Después me hice neoliberal argentino, y no me arrepentí. Porque gracias a ello ahora vivo en un country, tengo una hermosa mujer, dos hermosos hijos, un perro dogo y un perro doberman. Tengo guardia privada las 24 horas del día, banda ancha como cien mega, cuatro televisores, teléfono satelital, una 4x4 y un auto pequeño para mi señora… A mis amigos pobres, a los que lamentablemente no puedo ayudar porque me comprometen, les regalo libros de autoayuda. Muchos ya me lo han agradecido, ahora siguen siendo más pobres que antes, pero con la diferencia que con la ayuda de los libros, se han convencido, que cagarse de hambre los hace felices. Porque el conocerse interiormente, les es suficiente.
Tal vez Hefing se mete con (contra) la autoayuda porque ha comprendido el lazo íntimo que une economía capitalista y democracia: la neoliberalización de la vida cotidiana. Seguramente que el nuevo opio de los pueblos ya no pasa tanto por la religión (o al menos por la iglesia católica, aunque si por todas las otras que han proliferado en las últimas décadas) sino por estos nuevos fenómenos colocados en el lugar de Dios (la uatoayuda, las neurociencias, etcétera, etcétera, etcétera). De allí que en estos textos compilados en 3x1 pueda leerse:
El neoliberalismo es la mutación del capitalismo a una persecución el sujeto hasta cuando duerme.
El neoliberalismo te ofrece como oportunidad una manta para exhibir baratijas chinas si es que ya no te hundiste en el barro de la miseria.
El neoliberalismo te convence que perder el trabajo no es una tragedia social sino una gran oportunidad que te ofrece la vida.
El neoliberalismo ha impuesto una creencia, el voluntarismo mágico, impulsando a los desamparados a creer que cada uno por si solo puede cambiar el mundo cuando en verdad lo único que se mejora son los ingresos de la industria farmacológica.
Y también:
En esta sociedad de autocontrol, aparece Dios y el guardia llama a la policía.
El libro combina relatos breves con aforismo, en donde la autoayuda es puesta en el centro de la escena, como un disco al que se le tiran dardos.
Entre tantos, a modo de despedida de esta reseña, este cronista selecciona cuatro, en donde podrán apreciar con claridad el modo en que el autor aborda el fenómeno que logra ser puntal en la lista de ventas de las grandes cadenas de librerías:
La humanidad ha sabido que la lucha contra la estupidez, es una lucha perdida. La evidencia llegó con los libros de autoayuda.
El método de los autores de estos libros es muy sencillo: a preguntas complejas, respuestas fáciles.
A los libros de autoayuda hay que reconocerles una virtud: sus lectores ganan confianza y se muestran como son, idiotas irrecuperables.
Mucho más útil que un libro de autoayuda es un rollo de papel higiénico. (Y mucho más barato).
BONUS TRACK.
El jueves 10 de mayo (2018) recibimos en los estudios de Radio Eterogenia a Omar Hefling.
Podes escuchar la entrevista que Mariano Pacheco le realizó en la 9° emisión de esta cuarta temporada de La luna con gatillo.