Por Tomás Astelarra
El compañero Pelacini es un fiel lector de las Charlas del Monte. Mas mis continuas alocuciones al Jipi Matías en reuniones de la radio o la peña de Chaca, un día no aguanta más y me suplica: “Déjate de Joder. Tengo que conocer el Jipi Matías”.
La cita se acuerda para el martes a las nueve de la noche en el bar del Mario. El Jipi cae como siempre de elegante sport, paso descontrolado y una latita de birra en la mano. A su lado viene, inefable como siempre, Suipacha Kamacho, boludeando con el celular.
Nosotros ya estamos sentados en el Mario comiendo una pizza y su respectiva cervecita.
Apenas llega el Jipi, el Mario aprovecha pa’ la chacota.
-¿Sabe’ cómo te dicen a bo’?- le pregunta después de un gruñido a modo de saludo.
-Nooooo
-Burro abandonao
-¿Y por queeeeeé?
-Sucio, viejo, greñudo y siempre en la calle.
El Pelusa se descostilla de la risa y comienza a repartir saludos mientras baila al ritmo de Ulises Bueno.
Luego de las presentaciones de rigor, dos o tres birras, un verde del monte y unos tragos de aloja de piquillín, la conversación gira a la política.
Pelacini, peronista y kirchnerista hasta la médula está indignado por la intervención del PJ.
-La jueza Barababudia. Y agradecé que no fue el Momo Villegas, que en un campo de sindicalistas explotados descanse.
-Igual -aporta el Jipi- si yo mal no recuerdo Néstor intervino el PJ apenas asumió. Y la jueza fue Servini de Cubría.
-Noooooo -protesta Pelacini.
-Y claro. Duhalde, siempre Duhalde. No te olvides que más allá de que al Néstor lo banco, llegó gracias a Duhalde y al Turco que se le acabó la tarasca pa’ la segunda vuelta. La renovación peronista siempre fue a los golpes y nunca tuvo mucho de renovación. Seguro que estaban Barrionuevo y Julio Bárvaro metidos.
-Es cierto. Pero ahora no creo que salga nada bueno de esta nueva intervención.
-Sí, pero no nos hagamos las carmelitas descalzas. Todo bien con los K, pero jugaban igual de sucio que Duhalde y Cambiemos, o ¿cómo te crees que convivían con Aníbal Fernández? Así que ahora si le ganaron jugando sucio no le echen la culpa al referí. Porque ustedes también lo abonaban, o abonaban, los jueces, sólo que ahora se quedaron sin la torta, la tarasca, la teta del estado. Y el pueblo está en bolas, porque en vez de empoderar al pueblo le dieron chupetines y televisores.
-Es como los narcos, hay narcos buenos y hay narcos malos. Pero son todos narcos.
-Hay estados buenos y estados malos, pero son todos malos. Corruptos, represores y ladrones del pueblo.
-Hay peronistas buenos y peronistas malos, pero son todos incorregibles.
-Poner el giro a la izquierda y doblar a la derecha decía el General.
-Que era nazi.
-Paraaaaaaa- insiste Pelacini que no para de abrir la boca en forma de ohhhhhhhhh.
-Y armó un quilombo bárbaro con los castores en Ushuaia- agrega Kamacho.
-¿Queeeeeeeeeé?
-Si mando veinticinco castores para impulsar la peletería en Tierra del Fuego y empezaron a reproducirse como conejos y ahora parece que hay como 100.000 castores que hicieron mierda el bosque y desviaron los ríos. Desmontaron un área igual a dos veces la provincia de Buenos Aires, incluso provocando conflictos limítrofes con Chile. Peor que Cristina y la Barrick Gold y Monsanto.
-Claro, igual que los sindicalistas. Armó veinte sindicatos y mira ahora el quilombo que tenemos. Se están comiendo toda la tarasca y desviando los fondos de las obras sociales.
-Hasta que llegó Quintana y Farmacity.
-A mí lo de los castores me hace acordar a esa frase que algunos le adjudican a Cafiero, otros a Corach y otras al propio Perón de que el peronismo es una bolsa de gatos pero cuando todos piensan que se están peleando, en realidad se están reproduciendo.
-Por eso no funcionó la transversalidad de Néstor, porque si no sos peronista no te da el estómago pa’ pelearte y darte la mano al otro minuto. En una de esas Barrionuevo termina con Cristina. Como Duhalde que fue menemista, puso a Néstor, ahora está con Macri que se parece a Massa y está con Lilita
-Pero en ese sentido Macri, Lilita y Magnetto son peronistas. Toda la mal llamada política es peronista.
-Claro, salvo que a algunos no les gusta el choripán. Por eso Macri nunca va a ser peronista- cierra el Jipi Matías mientras mira de reojo el chulengo del Mario. Y al Mario, que nos llega a escuchar que andamos bardeando al general, nos echa a rebencazos limpio de una buena vez de su bar.
Advertencia: Estas charlas son ficción. Ciencia Ficción Jipi
Ilustración: Nicolás Masllorens "El dibiajante"