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Organización para vencer: charla sobre cultura y autogestión en el Festival Internacional de Poesía

Por Mariano Pacheco

Los organizadores del Festival Internacional de Poesía de Córdoba dedicaron un espacio del evento para que hacedores culturales de distintos puntos de la provincia y el país se encontraran para intercambiar experiencias y conversar sobre los desafíos de la autogestión, en una mesa coordinada por un integrante de La luna con gatillo/Resumen Latinoamericano.



Bajo el título “Organización para vencer”, la actividad se desarrolló el viernes 13 de abril en la Biblioteca Córdoba, y contó con la participación de Carolina Rojo, Maxi Ibáñez, Luciana Holograma, Ezequiel Nacusse, Pablo Dema y Mariano Pacheco.

La tensión existente entre autogestion y vínculos con distintas instituciones (tanto en instancias de los Estados municipales, provinciales o nacional como las universidades) fue el eje vertebrador de un debate que surgió a partir de las exposiciones, en las que cada uno de los invitados contó su experiencia y convidó algunas reflexiones para ser retomadas por el resto, en una mesa redonda que se caracterizó por la calidez del vínculo y el intercambio sincero.

¿Cómo priorizar un formato más de encuentro que de festival? ¿Cómo poner énfasis en vínculos por fuera de los escenarios y sin que el dinero esté en el centro sin dejar de tener en cuenta el dinero necesario para realizar dichos encuentros y construyendo los escenarios necesarios para que cada artista se exprese? La multiplicidad de tareas que los organizadores de festivales suelen abordar fue el elemento subrayado por todas las intervenciones, en la que se puso en cuestión -en general- la lógica del “prestigismo” que a veces conlleva la participación en instancias que garantizan mucha visibilidad.

Pablo Dema, organizador del Festival Aguante Poesía -que desde hace diez años se realiza en la ciudad cordobesa de Río Cuarto- subrayó que siempre se sintió en un vínculo muy pasional con la literatura, y destacó el hecho de asumirse como un realizador “todo terreno”, ya que entiende que en este tipo de experiencias, sus protagonistas suelen asumir simultáneamente muchas funciones, como son la propiamente organizativa, la de crítica y difusión, la de edición y, por supuesto, la de escritura y de lectura de los textos escritos. En octubre, cuando se desarrolle nuevamente el evento, Dema espera estar ahí con algún nuevo título bajo el brazo, puesto que desde hace doce años, la editorial Cartografías de la que participa, ya lleva a treinta poetas publicados.

Carolina Rojo incorporó al debate la dimensión audiovisual. Junto a Rodrigo del Canto, compartieron la experiencia de InviCines, el Festival de Cine de los invisibles que en 2018 realizará su cuarta edición. En su relato, estuvo presente la experiencia de indagar entre proyección y reflexión, de allí que destinen siempre, en casa actividad, una hora para ver films y otra hora para conversar sobre ellos. También destacaron la importancia de haber contado con el auditorio de cine del Sindicato Regional de Luz y Fuerza para llevar adelante las actividades. El proyecto, que surgió en gran medida de los talleres audiovisuales que se realizaban en el Hospital Neoropsiquiátrico Provincial, la Cárcel de Bouwer y el Complejo Esperanza, este año se llevará adelante durante la primera semana de septiembre (del 1 al 8).

Maxi Ibáñez, por su parte, compartió su experiencia realizada en el marco del Encuentro Cultural de San Antonio de Arredondo (Punilla, Córdoba), que se realiza cada diciembre de 1991. “El Estado nos dio la espalda hasta que el Encuentro comenzó a tener un mínimo de renombre”, destacó Ibáñez, quien contó que al evento nadie llega en calidad de “invitado”, porque se busca que los artistas sean arte y parte. El encuentro, que comenzó ligado a la música popular, fue haciendo cada vez más prolífica su propuesta, hasta llegar a trabajar con las escuelas del lugar y construir una dinámica que hoy por hoy logra reunir entre cinco mil y siete mil personas por noche en cada “Fogón de la palabra”.

Desde Tucumán, Ezequiel Nacusse trajo la experiencia del Festival Internacional de Literatura de Tucumán, que este año llevará adelante, en julio, su cuarta edición. Nacusse resaltó la importancia que tuvo la presencia de Alejo Carbonell (uno de los organizadores del Festival Internacional de Poesía de Córdoba) en su visita al norte argentino en años anteriores, a partir de la cual por ejemplo “alguna gente que venía con ganas de fundar alguna editorial lo hizo”, luego de escuchar experiencias como la de la editorial cordobesa Caballo negro, que dirige el propio Carbonell. En su relato, el joven tucumano destacó la importancia de la continuidad en este tipo de iniciativas, y también, el hecho de hacer vínculos interprovinciales de Argentina, pero por sobre todo, resaltó la importancia de poder contar en este tipo de eventos con invitados extranjeros. Entre los problemas a poder abordar, Nacusse mencionó cierto “provincianismo” y la centralidad de la mirada hacia Buenos Aires. También dio cuenta del “vacío cultural” presente en su provincia, al menos, desde 1973. De allí que haya remarcado la importancia que los espacios de pensamiento y reflexión tienen para este tipo de eventos, más allá de la promoción de escritores, editoriales, críticos y otras experiencias del hacer cultural.

Luciana Holograma, por su parte, incorporó al debate la cultura punk de la movida fanzinera. Destacó la importancia de la autogestión, de los vínculos horizontales que se gestan en ese tipo de experiencias y destacó el hecho de que en Córdoba funcione la Fanzinateca más grande del país (con mil trescientos ejemplares), en Casa 13. En su relato dio cuenta de cómo consiguieron dinero para el primer encuentro haciendo una difusión vía redes sociales para juntar plata, y cómo a partir del boca en boca -sin invertir dinero en publicidad- lograron reunir trescientos fanzines (que llegaron desde distintos puntos del país, e incluso de otras latitudes, como el Estado español) y realizar siete talleres. En septiembre, con la llegada de la primavera, Ctrl-P: semana intergaláctica del fanzine llevará adelante su cuarta edición.


Foto: Sebastián Lingiardi

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