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Charlas en el Monte. Sobre el jipismo como nuevo actor social de resistencia al modelo capitalista


Por Tomás Astelarra


En el marco de la Feria del Libro Independiente y A... (FLIA) de Traslasierra se da una interesantísima charla donde se mezcla marxismo con zapatismo, movimientos sociales con peronismo, ponele que diciembre 2001 con idem 2017, avance represivo con organización comunitaria, cultura alternativa y medios hegemónicos, autocrítica y empoderamiento, habitantes antiguos y venidos, turistas y cumpas de paso por la xierra, en fin, como dice la constitución nacional: “Vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo todos manoseados”. Lindo cambalache.

Sobre el final de la charla, vinito en mano, un amigo intelectual y ex militante de una importante organización social confiesa: “Estamos con ganas de venirnos a vivir acá”. Nos alegramos e instantáneamente lo anotamos en el programa de “Reubicación de Jipis Descarriados (RJD)”.

“Pero yo no soy jipi”, confiesa. “Mirá acá en Traslasierra, si tenes barba y sos porteño, sos jipi”, le aclaramos. “Además el jipi es evidentemente el flamante actor social en la resistencia al modelo capitalista. Mirá el quilombo que armamos con la Ley de Bosques. Cómo 20.000 jipis marchando por Córdoba Capital. ¿Y en Bolsón con la marcha contra el proyecto inmobiliario del gringo Lewis?¿Y lo de la planta nuclear en Río Negro?¿Y Santiago Maldonado?¿No fue también un mensaje mafioso contra los jipis?¿No allanaron barrios ecologistas y centros culturales jipis en todo el país?¿Y los 14 centros culturales allanados en córdoba no eran jipis? Claro que dice que somos anarquistas, que rima más con terroristas. Pero para el imaginario cultural los anarquistas son jipis. Jipianarcoterroristasecologistas que boicotean el progreso capitalista. Y peor aún: no consumen. Hoy tener barba es la excusa más perfecta pa que te requise un cana o algún pelotudo te grite: Chau Santiago. Pa que la gente te mire con desconfianza. El mal ejemplo.

No se si comentarle así nomás acerca de la idea del PJ del Jipi Matías (“Imaginate, somos los nuevos cabecitas negras, una mezcla entre el corsario negro y groucho marx, con la espiritualidad del Brujo Lopez Rega y la capocha de Cooke, excluidos pero por opción, no hay forma que nos copten con cargos sindicales y televisores último modelo, somos invencibles, junta el 30% que no vota, con el 20% que voto a Scioli por obligación y el 8% que esta cansado de votar al FIT. Ponele que sumamos 50 votos de la nueva izquierda independiente y autónoma y bla bla bla.... La fórmula: Capusotto-Victoria Donda. Yo creo que con el Partido Jipi pasamos al frente. Lástima que fumemos tanto porro”)

Me acuerdo del nadaista Jotamario Arbelaez en Bogotá, cuando mientras se peinaba una raya y contaba como la revista Soho le financió el implante capilar, me decía algo así como “en los sesentas los comunistas nos reprochaban porque le dábamos a los pibes marihuana en vez de armas. Ahora cuando veo en lo que se han transformado las FARC, vendiendo droga y comprando armas a los gringos y tranzando con Santos digo: Menos mal que le dimos de fumar”.

Algo parecido era la explicación de por que el Flaco Spinetta había dejado las reuniones de Montonero o la Juventud Peronista en los setentas. Y se me viene a la cabeza la imagen de Firmenich o la Bulrich y todos esos viejos militantes (excepciones a montones) que tienen un buen vivir capitalista y para los que los derechos humanos son el 24 de marzo y la Hebe de Bonafini y que la Madres de Ituzaingo, los pibes de gorra, los fumigados de la soja, los amenazados de la Feria de Villa de las Rosas, los periodistas independientes encarcelados y las masacres en Colombia, México y Paraguay son una nota a pie de página. No califican. Que piensan que Macri es la dictadura y no el narcoparamilitarismo de Uribe. Que discuten leyendo Pagina 12 o el Le Monde Diplomatique y ni se les ocurre hablar con una periodista de La Gargante Poderosa o Sudestada. No califica. Y sobre todo, insisto, gente que le da de comer al sistema donde más le gusta: el consumo, el individualismo, la mente.

Dicen que en una reunión de intendentes una importante figura de Traslasierra trazó este esquema geopolítico: “Aca no hay conflicto político. Hay conflicto social. Si los partidos estamos todos arreglados. Y hay un importante número de gente nacida o venida que quiere vivir en paz, en desarrollo, progreso, con gas, asfalto...Y un grupo social reducido, por suerte reducido, que está en contra de todo, que quieren que esto sea un caos, una anarquía, que se decidan las cosas en asamblea como en San Marcos Sierras”.

¡Jipis!

Me acuerdo del Pepe Damato, que junto a Miguel Grinberg y otros secuaces prefirió en los setentas el periodismo del Expreso Imaginario o Mutantia y la Permacultura a las armas y los cargos políticos, y que, sin caer en el boludismo veganozencambiemista, me aclaró en la propia San Marcos Sierras: “El apocalipsis ya llegó hace rato. Solo estamos esperando que baje la nube. Y cuando todo se pudra vamos a necesitar bricohackers. Gente capaz de ensamblar los restos como un bricolage y de saltearse las reglas como los hackers”. O algo así. Jipis.


Advertencia: Estas charlas son ficción. Ciencia Ficción Jipi

Ilustración: Nicolás Masllorens "El dibiajante"


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