Por Tomás Astelarra
En frente de la municipalidad de San Javier hay un hermoso buzón de madera con letras pintadas en blanco que dice “Deposite acá su denuncia contra el narcotráfico”. Los turistas le sacan fotos, los jipis piensan que es un llamado al chivo expiatorio para los pobres perejiles que siembran plantas de marihuana (que ahora se roba la cana o algún chiquilin a sueldo), algunos tienen datos, pero también miedo, saben que en general, la línea divisoria entre narcotráfico, policía, justicia y poder político, es bastante delgada (mucho más delgada que la caja de madera).
Lo cierto es que el buzón para denuncias por narcotráfico de mi pueblo es básicamente un objeto patafìsico. Es decir inútil. No por eso inexistente, ni falto de creatividad. La patafìsica es así.
Lo cierto es que me contaron que cierta vez alguien metió una carta en el buzón. Mi informante no sabe si era un despiste, una denuncia encubierta, un chiste o una casualidad. Eran altas y etílicas las horas en el bar de Mario y preferí no explicarle a mi informante acerca de la patafísica, ni siquiera contarle que casualidad es un anagrama de causalidad. Pero mi informante se había impresionado tanto con la carta, que aquella noche me la cito de memoria en el bar de Mario.
“Querido Gobernador, o el que era antes Gobernador, o las mujeres de ambos que también se que andan en política, seguro que la lee antes Oscarcito, o algún asesor, o barrendero, bueno en fin, a quien corresponda:
Estoy realmente contenta del cambio que se ha producido en mi pueblo después de aquella pueblada donde todas las vecinas y vecinos marchamos reclamando el fin de la corrupción y la renuncia del intendente. El actual intendente no le voy a decir que es el Che Guevara, o el comandante Chavez, o el Sub Galeano, hasta es ex milico, mire lo que le digo. Pero es honesto, abierto, trabajador, comprometido. Ha puesto funcionaries jóvenes, también honestas, abiertos, trabajadoras, comprometidos. Algunos venidos, otros nacidos, ¿realmente importa en la construcción de una sociedad?, pero de pronto uno ve que los caminos se arreglan, la gente que necesita es asistida, hasta comenzó a tratarse el tema de la violencia de género y se hizo una importante marcha por la desaparición hace cuatro años de mi vecina, Silvia Gallardo. Bueno, yo nunca la conocí, pero no por eso deja de ser mi vecina. Me contaron los chicos de la Feria del Libro Independiente que le dieron por primera vez sonido y tablones (tampoco que pedían mucho), se hacen festivales de rock, las clásicas jineteadas, fiestas populares, la rocola del Mario pinta tres cumbias, tres rocanroles, tres cuartetos, tres pachangas. Todos contentos. Hasta dicen que van a hacer un festival internacional de cine y tenemos dos ferias, una de artesanos y otra de productores. Las dos autogestionadas con el aval y la ayuda de la muni (que este verano consiguió viente puestos). Hasta dicen que están haciendo un “ordenamiento territorial” para que no se tale tanto monte, pa que halla agua pa todos, se edifique concientemente. Incluso parece que todas estas alternativas ilusionan y atraen al turismo de “alto nivel” (eso me dijo un amigo cabañero).
No le digo que es la isla de Huxley o ese otro mundo posible de los zapatistas. Pero la verdad que hasta da un poquito de culpa vivir en un clima de tanta convivencia en medio de este mundo de mierda. No le voy a andar contando a ustedes la que estamos pasando como país. Porque quizás se hacen los boludos, pero saber lo saben.
Pero en realidad señor gobernador (o a quien corresponda) me estoy yendo del tema. Le quería contar que Traslasierra está cambiando. Que el avance del turismo y la inmigración de las ciudades es un hecho inevitable. De hecho ustedes lo fomentan. Y hasta se quedan con un vuelto. Importante. Sin ponerme hablar de negociados inmobiliarios, fidecomisos, ley de bosques, embotelladoras y esas cosas.
Pero resulta que nosotras, nosotros, los aca llamados “venidos”, venimos con otra concepción de derechos cívicos, y también herramientas pa ejercerlos: abogadas amigas, empresarios amigos, organismos de derechos humanos amigues, hasta algún tío senador o una prima funcionaria a nivel nacional. Venimos de la ciudad a vivir en paz, alimentarnos bien, tranca, sin muchas pretenciones: una casita de barro, un puesto de feria, algun otro laburito, aprender de las gentes de este lugar que tanto saben de la cultura y los saberes ancestrales de este territorio que tanto admiramos. Y se esta gestando, a pesar de las diferencias, una yunta linda con la paisanada, a la que también le brindamos nuestra conciencia cívica y las herramientas pa defenderla. Reciprocidad dicen los aymaras. Buen vivir.
Yo se que ustedes ahí en Unión por Córdoba están teniendo un problemita con el avance electoral en la provincia de Cambiemos. Incluso en este territorio, Traslasierra. De hecho el único municipio que no tiene su signo político, Villa Dolores, está encuadrado con el gobierno nacional, y quien sabe si algún intendente de esos veletas que tienen lo haga pa la próxima elección.
Hay muchos intendentes, como el de mi pueblo, que han entendido este cambio geopolìtico y social que se está produciendo por estos pagos. Están trabajando con nosotras, aceptando y aprovechando ese capital social que traemos. Gobernantes modernos, adaptados a las nuevas realidades. No como ese intendente que tiene en Villa de Las Rosas que sigue fomentando la ficticia división entre “paisas” y “venidos”, despreciando nuestro capital social y aporte a la comunidad, amenazando y extorsionando cumpas de la feria que tanto progreso y turismo ha dado a la región (que ha mejorado sus vueltos y negociados). Es un claro ejemplo de la “vieja política” en Traslasierra. Como era el pasado intendente en San Javier. Hubo que echarlo. Pero el actual también es de su partido. Pero de la “nueva política”. Porque pa serle sincera: acá lo K son medio cualquiera. Si hasta los referentes K de Villas de las Rosas fueron cómplices y apoyaron todo este lamentable sucedido en la Feria. Ellos también son de la vieja política. Acá la chapa nacional no importa, importan los hechos cotidianos. Y ustedes tienen la sarten por el mango. Y nosotras no somos eso que dicen anarquistas (como si a esta altura una supiera que es eso), ni troskos, ni nos interesa el poder institucional, y pa serle sincera, más vale facho conocido que facha por conocer (con respecto a Cambiemos).
Si uste es un poco más pillo o pilla y se apoya en los nuevos gobernantes, seguro sigue manteniendo el poder territorial (y los vueltos y negociados).
Que se yo. Un humilde consejo.
Clara
PD: Con respecto al narcotráfico. Ni usté ni sus funcionarios provinciales o locales necesita que una vecina le diga quien la vende. Yo apenas veo algún jipi fumando porro. Que hasta incluso lo plantan ellos.”
Advertencia: Estas charlas son ficción. Ciencia Ficción Jipi
Ilustración: Nicolás Masllorens "El dibiajante"