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De Lauras y Condesas en la Córdoba de la Resistencia

Por Lucre Cuello*

Sobre la situación de las personas trans en Argentina hay al menos tres aspectos a tener en cuenta: trabajo, salud y educación. Según el “Informe sobre la situación de las personas trans en argentina” de la Fundación Huésped y ATTTA (Asociación de Travestis, Transexuales, Transgéneros Argentina) en relación al trabajo, el 70 % trabaja por cuenta propia, 1 de cada 10 en relación de dependencia y 4 de cada 10 mencionan haber sentido rechazo o haber vivido situaciones de discriminación en ámbitos laborales. En relación a la salud, la mayoría menciona no tener cobertura médica adicional que no sea garantizada por el Estado. Y en cuanto a educación, si bien las personas que formaron parte del informe asistieron al sistema de educación formal, la deserción es alta.

En este contexto cobra importancia la lucha por el Cupo Laboral Trans: reclamo que conlleva una discusión sobre la necesidad de establecer cupos en una sociedad de personas con los mismos derechos. Sin embargo es urgente establecer ese piso desde donde comenzar a transformar esta realidad o pensar otras en las que las posibilidades de desempeñarnos laboralmente tengan que ver con nuestras habilidades e intereses.

No queda por fuera el sistema de salud. El artículo de la Ley de Identidad de Género que habla de garantizar la salud de las personas trans fue reglamentado en mayo del 2015, tres años después de ser sancionada la Ley. Si bien esto significó que hospitales sumaran políticas de atención y que las clínicas privadas se quedaran sin opciones judiciales para negar servicios, la complejidad de la atención de la salud integral de las personas trans aún no encuentra lugares donde ser contenida. Legislaciones y prácticas institucionales conviven en una atemporalidad que dibuja pasillos interminables donde nos perdemos sin encontrar respuestas.

En este escenario de letras y acciones resulta indispensable nombrarlas, hablar de sus vidas, traer al presente sus historias, sus amores, sus afectos. Laura Moyano y Laura Pilleri personifican nuestras luchas, le pusieron nombre a cada una de las situaciones antes descriptas, su cuerpo a la espera por un mundo para todxs.

Familia de Laura Moyano

Dos Lauras, presencias trans y el arte como posibilidad de enunciación

Laura Moyano y Laura “La Condesa” Pilleri llegan a nosotras por el relato de sus hermanas, Soledad Moyano y Claudia Pilleri. Además, dos colectivos artísticos que con las familias deciden elaborar lenguajes propios que hablen de ellas. TransTocadas realiza dos murales con el rostro de Laura Moyano en el marco del festival El Deleite de los Cuerpos y el Colectivo Salchichón Primavera elabora una muestra Nadie sabe lo que puede un cuerpo: la historia de la Condesa. Las dos acciones son posibles por la participación de las hermanas, quienes reconocen el lenguaje artístico como potencia para recordar, homenajear y compartir sus vidas amadas.


Laura Moyano, la amiga del barrio

Laura tenía una intensa vida de participación y compromiso en su barrio. La recuerdan en los grupos de trabajo del Centro de Salud N° 34 de Barrio 9 de Julio, donde también estudiaba. Dispuesta a cuidar niñes cuando la vecina necesitaba salir a hacer un mandadito al centro, le gustaba bailar, era muy divertida, siempre para adelante, cuenta Sole, su hermana, y no contiene la risa. Trabajaba limpiando casas y como Trabajadora Sexual. Todxs en el barrio la conocen y hablan de su bondad.

Laura fue asesinada en una construcción de la Avenida Donato Álvarez donde antes funcionaba una fábrica de cemento. Como en otros casos, el tratamiento del hecho tuvo sus condimentos represivos y de disciplinamiento. La policía tomó fotos del cuerpo de Laura y las hizo circular con el goce al que nos tienen acostumbradas las Fuerzas de InSeguridad cada vez que se apoderan de nuestras vidas. El caso sin justicia, su familia en lucha.

Soledad relata con la bronca de quien decide para su hermana lo que no puede suceder, cómo veía murales con rostros de personas mientras se trasladaba de un lado al otro de ciudad. Nunca pensó que le tocaría a ella y el registro de aquellas imágenes cobra otros sentidos, se le aparece como necesario. La lucha no deja de acercarle aprendizajes, tanta gente, relatos y vivencias que la fortalecen. Cuando vio el primer mural de su hermana, vio sus ojos y la sintió presente. Estaba ahí, Laura, para ella y para todxs. Inmediatamente pidió que se haga otro mural, en su casa, igual al primero, era urgente y necesario encontrar su mirada todos los días, en cada momento, recuperar simbólicamente esa presencia arrancada por el odio.

La respuesta es Laura Presente. TransTocadas accede al pedido. Desde la técnica de mosaiquismo se dispusieron a crear otra obra, reconociendo en los materiales la perdurabilidad y las posibilidades de transitar el momento con familiares y allegadxs a Laura, tanto en la elaboración como en la colocación. Sole dice "que ahí esté la Laura y que todxs lxs que pasen la vean".

Soledad Moyano

Laura Dominique Pilleri, La Condesa

Laura es recordada por su inconfundible presencia. Claudia cuenta que cuando la Condesa entraba al boliche, toda la gente se daba vuelta a contemplarla, y ella sentía orgullo extremo mientras pensaba “sí, es mi hermana”. La recuerda, la siente y necesita lo cotidiano, la encuentra en todas partes, en los chistes que compartían, en las opiniones, en la ilusión de saber qué diría en cada situación.

Fue la primera cordobesa que obtenía en una cárcel el DNI que reconocía su identidad de género en el marco de la Ley 26.743. Esto le valió el traslado a una cárcel de mujeres, siendo sólo una parte de su intensa lucha por los derechos de las personas trans.

Laura termina sus estudios secundarios en la cárcel y a través del programa Universitario en la Cárcel (PUC) cursa la carrera de Letra Modernas. Publica en el 2014 el libro de poemas y relatos “Cáscara naranja” con su hermana, y en el año 2015 conoce al colectivo Salchichón Primavera. Comienzan a darle forma al proyecto que reconstruiría su historia de vida. La Condesa estaba en la cárcel, era travesti, trabajadora sexual, escritora, iba a la facultad, portadora de VIH y de miles de anécdotas en la noche cordobesa. El propósito de trabajar juntxs era además acompañar su proceso de excarcelación.

Con casi veinte años en situación de encierro, La Condesa recupera su libertad y muere cinco semanas después. El Colectivo integrado por Laura Zanotti, Pío Longo, Melina Alzogaray y Elena Pollán, decide continuar con la obra, “transformar el dolor en un recurso político”, hablar de esa otra Córdoba, de las luchas y resistencias, contarnos cómo la Condesa representa la libertad de desear y amar como cada quien lo sienta. Su existencia incomodó e incomoda en la sociedad de la lente cisheteropatriarcal. Travesti, puta y creyente. En la cárcel y en la Universidad. Vino a romper la moral hipócrita con su cuerpo como territorio de batallas.

Claudia Pilleri

Laura Moyano y Laura Pilleri PRESENTES!

Se es lo que se siente. Se vive intensamente. Se habitan los cuerpos. Se muere tempranamente. Quien lo dice, quien recuerda, quien toma una parte de nuestras vidas y nos hace aparecer. Lo que no se nombra no existe. Familiares y colectivos artivistas en la trinchera, no nos borrarán de la historia, vamos a contarla.


Acceso a la muestra vía internet: http://la-condesa.com

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